sábado, marzo 08, 2014
Mis propios fantasmas me envuelven en la noche, en el fondo son ellos quienes siempre están aquí. Los que en silencio me recuerdan la realidad, extremistas, pero me mantienen alerta.
Esto no es más que una desesperante cuenta atrás, lo sé cuando estoy perdida, cuando rió y cuando me hundo, lo sé desde hace años, cada segundo. No importa que maldita palabra salga de este deplorable cuerpo, tampoco que bonitas alabanzas arrojen, siempre fue más fácil creer un ataque que una ovación.
Los fantasmas ya son un circulo vicioso en mis entrañas y el reloj no puede parar de marcar la hora. El futuro genera tanto miedo como emoción, mientras esas estúpidas manecillas giran, yo me he propuesto simplemente dejarme llevar.