miércoles, marzo 19, 2014
Fragancia de primavera entre cochambrosas tierras maltratadas, celestiales néctares ahogados como fruto de tal maqueavelico plan, pero celestiales.
Nos perdimos por el camino oscuro, el de la noche y el mal, estamos a tiempo de volver atrás pero no solemos ser de los que saben rectificar.
Si fuimos ángeles y encuentras nuestras alas rotas, siéntete libre de fundirlas en la hoguera y esparcir sus cenizas donde quieras, no las necesitaremos jamás.
Aquí nunca estamos bien y nunca del todo mal, lo sabemos porque vivimos, porque nos queda aliento para mucho más.
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