martes, diciembre 10, 2013
Y es entonces cuando esta montaña rusa de emociones decide aminorar la velocidad, no frena, sigue avanzando, pero mucho más lenta, más tranquila, más segura.
Ya no hay altibajos, sino una línea recta que pretende llevarme por el buen camino.
Me he cansado de emociones enrevesadas y quiero sentirme en paz aunque solo sea conmigo misma.
Me he construido una barricada para que no pase el lamento y aquí se está bien. Manteniendo la calma, respirando nuevo oxígeno, dejándome arrastrar por un apacible sueño del que por el momento no deseo despertar.