jueves, noviembre 14, 2013
Se me amontonan los pensamientos, me ahogan las dudas, sé que solo es un bache, uno más de tantos y como todo, tiene que acabar.
Por la noche es peor, quiero concentrarme en algo pero todo está oscuro, quiero escuchar algo, pero reina el silencio.
Esa voz interior se hace más fuerte, se oye más alto y yo me hago más débil. Todo acaba en un profundo sueño que amansa a la fiera, hasta que despierto con la esperanza de que se haya ido, que se haya perdido en algún momento de la noche, haya salido de mi interior y no vuelva a molestarme, quizás esa voz siempre me acompañe pero de momento no me pienso rendir.